03 julio 2014

¿Es siempre necesario legalizar la traducción ante el Colegio de Traductores Públicos de la Ciudad de Buenos Aires (CTPCBA)?

Por lo general, la traducción pública requiere que la firma del traductor sea legalizada ante el Colegio de Traductores Públicos de la Ciudad de Buenos Aires (CTPCBA). A través de esta legalización el CTPCBA certifica que el traductor que firma la traducción está inscripto en la matrícula de dicha institución.

El trámite de legalización puede hacerlo cualquier persona y en cualquier momento, no es necesario que lo realice el traductor ni que se realice dentro de un plazo determinado.

Si la traducción debe ser legalizada o no ante el CTPCBA dependerá de los requisitos establecidos por la entidad, institución u organismo ante el cual se presentará la traducción.

09 marzo 2014

El traductor humano vs. el traductor automático.


Ante una traducción que no es de carácter público, las personas suelen preguntarse si es imprescindible un traductor o si es posible realizar la traducción mediante la amplia oferta de traductores automáticos, sin la mínima intervención humana, abaratando costos y reduciendo tiempos.

La respuesta se puede encontrar en diferentes ámbitos. Por ejemplo, un equipo de última tecnología para realizar tomografías será totalmente ineficiente si la exploración no es asistida por un técnico, interpretada por un médico especialista y finalmente entregada al paciente mediante un informe elaborado personalmente.

Con las traducciones automáticas pasa algo similar. La computadora realiza la interpretación del idioma fuente tomando estructuras y reglas gramaticales comunes, signos de puntuación, frases idiomáticas reconocidas y diferentes opciones de vocabulario según la interpretación de los contextos que tenga configurados entre sus opciones. Con todo esto, “pasa” y convierte la información al idioma meta, tomando los parámetros utilizados en el idioma fuente, buscando similitudes e intentando brindar una versión relativamente coherente.

Sin embargo, en tal traspaso de información de un idioma a otro no existe la mente humana, la intervención de la persona-traductor, esa que permite interpretar las ambigüedades y particularidades del idioma fuente y que tiene la capacidad y la preparación para interpretar el verdadero sentido del mensaje y poder transmitirlo en el idioma meta para que pueda ser interpretado claramente por el público receptor.

No basta con reemplazar palabras, hay que interpretarlas en contexto, reconocer estructuras gramaticales y lingüísticas complejas y poder resolverlas de modo que su significado original no se altere, es buscar y saber elegir de entre las diferentes acepciones u opciones que ofrece cada palabra la que mejor se adecue al mensaje y se ajuste al público meta. Todas estas son tareas que un traductor automático difícilmente pueda realizar. 

Las traducciones automáticas son tentadoras ya que ofrecen menores costos (o ninguno) y tiempos ampliamente reducidos. Sin embargo, hay que ser muy cuidadosos, ya que en definitiva, a la hora de interpretar un mensaje el traductor automático se basa en una gran fuente de datos, mientras que el traductor humano se basa en sus conocimientos, experiencia y sentido común.

05 febrero 2014

¿Qué debería tener en cuenta el cliente al momento de contratar los servicios de traducción?

En primer lugar, el cliente debe saber qué tipo de traducción necesita ya que de ello dependerá el tipo de profesional que deberá consultar. Por ejemplo, un traductor público puede realizar la traducción de un texto especializado. Sin embargo, un traductor literario, técnico o científico no está habilitado para realizar traducciones públicas ya que no tiene su firma y sello registrados, por ejemplo, ante el CTPCBA.

En segundo lugar, el cliente tiene que saber con la mayor precisión posible quién o quiénes serán destinatarios de la traducción, es decir, quiénes van a leerla. Este punto es de suma importancia, en especial, cuando se trata de traducciones que no son de carácter público.
Por ejemplo, en la traducción de un artículo de una revista especializada en ingeniería molecular el lenguaje, la terminología específica, el agregado de notas del traductor o explicaciones, entre otros, variará si la traducción del artículo estará destinada a profesionales del área o al público en general. Un ejemplo concreto sería el uso de notas de traductor, las que seguramente no sean necesarias para el primer caso mientras que probablemente abunden en el segundo.
Toda información que pueda conocer el traductor sobre los futuros lectores será de gran ayuda y sin dudas aumentará la calidad de la traducción.

En tercer lugar, el cliente deberá informar al traductor sobre la necesidad de un plazo de entrega, teniendo en cuenta, ante todo, que el tiempo que pueda dedicar el traductor a la traducción impactará directamente sobre la calidad de la misma. Contar con plazos acordes al volumen a traducir es un punto fundamental para lograr una mejor traducción.  

Por último, pero no menos importante, es el formato de origen y el formato de entrega. En el caso de traducciones públicas, el formato de la traducción está establecido en el reglamento de legalizaciones del CTPCBA. En el caso de traducciones sin carácter público, el formato será el acordado con el cliente según sus necesidades.

06 enero 2014

¿Qué otro tipo de traducciones hay?

Por supuesto que las traducciones no siempre son públicas. Hay otro tipo de traducciones que no exigen la firma y el sello de un traductor público matriculado, aunque sí exigen sus conocimientos, capacitación y experiencia. 

Entre estas traducciones se ubican: las traducciones técnicas y científicas (textos técnicos especializados, informes, manuales, instrucciones de uso, guías de usuario, especificaciones técnicas, todo otro tipo de texto o documentación que pertenezca a un área específica), las traducciones literarias (obras literarias en general, textos periodísticos, artículos, revistas, textos y escritos personales, monografías, tesis, traducción de páginas web), traducciones contables y comerciales (todo tipo de documentación utilizada en las empresas, balances, informes del auditor, poderes, contratos, cartas comerciales, facturas, presupuestos, documentos de comercio exterior, correspondencia general, e-mails y faxes, presentaciones, folletería).