Por lo general, la traducción pública requiere que la firma del traductor sea legalizada ante el Colegio de Traductores Públicos de la Ciudad de Buenos Aires (CTPCBA). A través de esta legalización el CTPCBA certifica que el traductor que firma la traducción está inscripto en la matrícula de dicha institución.
El trámite de legalización puede hacerlo cualquier persona y en cualquier momento, no es necesario que lo realice el traductor ni que se realice dentro de un plazo determinado.
Si la traducción debe ser legalizada o no ante el CTPCBA dependerá de los requisitos establecidos por la entidad, institución u organismo ante el cual se presentará la traducción.
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